Una absurda controversia por un comercial muy tierno

Seguramente ya han visto en television y también en Internet, el nuevo comercial de Cheerios, que tiene como protagonista a una hermosa niña con el cabello crespo y una cara de pícara que encanta.

Esta niña aparece en el comercial como la hija de una mamá blanca y un papá afro-americano y hace una travesura que es muy conmovedora.

Este aviso publicitario de Cheerios es muy tierno y fue aplaudido por muchas familias birraciales que no se sienten representadas en la televisión, ni en shows, ni en comerciales. Pero muchas personas atacaron en forma horrible a Cheerios por este aviso.

Como miembro de una familia birracial, la reacción negativa de mucha gente todavía me causa sorpresa. Todavía en el 2013.

Mis hijas son ‘birraciales’ y son maravillosas. Ellas crecen rodeadas de gente de todos los colores, y acentos y en ningún momento lo viven como algo raro. Juegan con sus primos afro-americanos con la misma emoción y amor que con sus primos argentinos, rubios y de piel clara.

En las familias birraciales, el color de la piel no es algo que nos hace sentir incómodos, al contrario, nos enorgullece nuestra diversidad cultural, nuestros antepasados que se mezclan y lo que el futuro puede ser si todos aprendemos a aceptar que lo diferente no tiene que ser malo o peor.

Pero claro, esa no es la mentalidad de muchos. Pocas horas después de que Cheerios pusiera al aire su comercial, decenas de comentarios racistas fueron publicados en Youtube, muchos de ellos escritos en forma anónima.

General Mills, la empresa que dueña de Cheerios, aseguró que esas reacciones no provocarán que el comercial salga del aire, pero sí se dedicó a borrar los comentarios ofensivos de su site.

La abogada y personalidad televisiva Star Jones dijo acerca de la controversia que ella no estaba sorprendida de la reacción de la gente porque social media permite a la gente decir cosas que jamás le diría a otra en la cara, amparados en el anonimato.

Pero mí si me sorprende, quizá porque nunca entendí ese odio hace la gente diferente, porque mis padres me criaron en un lugar de aceptación hacia los demás y eso es algo natural en mí.

Cuándo quedé embarazada, me causó shock  leer en internet los comentarios sobre chicos birraciales:  que eran antinaturales, que no pertenecían en definitiva a ningún grupo, que eran muy blancos para ser afro-americanos, muy oscuros para ser blancos, que tenían problemas emocionales, y demás.

Obviamente también dicen cosas horribles de chicos cuyos papás son gays, o son hijos de padres solteros o criados por sus abuelos y demás. Hay muy pocos que se ‘salvan’ del odio anónimo en Internet.

Lo bueno es que ese odio no ha detenido la integración cultural y el amor entre parejas de diferentes razas.

En Estados Unidos se estima que una de cada 12 parejas que contrae  matrimonio es interracial, número que definitivamente seguirá creciendo.

Miro a mi alrededor y veo a mis amigas mexicanas casadas con europeos. A mi vecino americano casado con una chica japonesa, al dueño de la tienda de la esquina, que es ucraniano, casado con una brasilera.

Las compañeras de ballet de mi hija Emma (muchas de ellas) son birraciales. Mamá irlandesa, papá dominicano. Mamá japonesa, papá americano. Mamá argentina, papá coreano. Mamá inglesa, papá africano, etc etc.

La Corte de Justicia acaba de aprobar más derechos fundamentales para los matrimonios del mismo sexo, pero aún hay gente detenida en el odio hacia lo diferente.

Por mi parte, aplaudo a Cheerios, me encanta el comercial no sólo porque refleja a una familia como la mía, sino porque es un comercial tierno que recrea una situación común en una familia cualquiera. Porque esas cosas lindas  pasan en todas las familias, no importa el color.  Espero que no pase mucho tiempo para que vemos en la tele un comercial que incluya a familias con papás del mismo sexo.


Si no viste el comercial, o quieres volver a verlo:

http://www.youtube.com/watch?v=kYofm5d5Xdw&feature=player_embedded